Tendinitis


Tipos de tendinitis:

Entre las alteraciones de los tendones más frecuentes se incluyen las siguientes:

Epicondilitis lateral (conocida popularmente como codo de tenista): enfermedad producida por la tensión continua sobre los músculos y los tendones extensores del antebrazo, que tienen su origen en el codo.

Epicondilitis medial (codo de golfi­sta, codo del tenista directo o codo de neisbolista): enfermedad en la que la flexión forzada de la muñeca puede dañar los tendones que se insertan en el codo.

Tendinitis del manguito de los rotadores: patología de los hombres que se caracteriza por la inflamación de la cápsula del hombro y de los tendones relacionados.

Tenosinovitis de DeQuervain: es el tipo mas frecuente de tenosinovitis, que consiste en la inflamación de la vaina tendinosa de los tendones del pulgar.

Dedo en resorte o pulgar en resorte: tenosinovitis en la que la vaina del tendón se inflama y se engrosa, impidiendo así que la persona puede extender o flexionar sin dificultad el dedo o el pulgar afectados, El dedo o el pulgar pueden bloquearse o «dispararse» repentinamente.

Qué es?

La tendinitis es la inflamación de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso. Esta inflamación puede ir acompañada de una hinchazón del tendón.

La tendinitis suele ser una patología crónica que tiene una alta tasa de reincidencia una vez que se produce en el paciente y que provoca dolor y aumento de sensibilidad alrededor de la articulación.

Cuales son las causas?

El principal motivo por el que surge es como consecuencia de una sobrecarga muscular o por una lesión. Sin embargo, también puede producirse debido al desarrollo de otra patología o por la edad, ya que con el envejecimiento los tendones van perdiendo elasticidad y se puede producir la degeneración del tendón.

Las tendinitis se pueden producir en cualquier tendón que haya en el cuerpo humano. Las áreas más comunes en las que se suele producir son los hombros, los talones, los codos y las muñecas, entre otras.

Generalmente se produce en adultos jóvenes como consecuencia de un esfuerzo repetitivo (a menudo realizado en una mala postura) o por una sobrecarga en alguna zona del cuerpo. En los últimos años la prevalencia de la tendinitis ha aumentado debido a que se realizan más actividades deportivas de esfuerzo. Esto causa que algunos músculos se fortalezcan más que otros y desemboquen en que los tendones se debiliten. Esta patología también es muy frecuente en determinados trabajos en los que se empleen movimientos repetitivos y de fuerza.

Existen además situaciones que pueden predisponer a que aparezca la tendinitis. Estos son los traumatismos pequeños que se repiten con frecuencia e intensidad o ejercicios y movimientos bruscos que no se ejecutan con frecuencia. Todo esto puede provocar que se desencadenen lesiones que predispongan a las tendinitis.

Entre las principales patologías que pueden causar esta afección destaca la diabetes de tipo 1 y 2 y la artritis reumatoide.

La presión de algunos tipos de calzado puede agravar algunos tipos de tendinitis como la aquílea.
Los síntomas
Las principales manifestaciones de esta patología son:

– Dolor y sensibilidad en la movilización del tendón. Estos síntomas se agudizan en las zonas cercanas a las articulaciones.

– La intensificación e incremento del malestar y el dolor con el movimiento o la realización de alguna actividad.

– Dolor durante la noche.

Evitar movimientos repetitivos que puedan sobrecargar el tronco superior y el inferior. En el caso de realizar una práctica deportiva basada en las repeticiones conviene alternar estas series con periodos de descanso y recuperación.

Ejercitar todos los grupos musculares para mantener la flexibilidad y la fortaleza.

Mantener una buena hidratación.